miércoles, 5 de octubre de 2011

De España, sus miedos y la madurez.


Llevo un tiempo escribiendo más porque hay muchas cosas que contar, porque es imprescindible, que porque realmente sea ese placer que otras veces ha sido, y sin embargo hoy es una de esas veces que me apetece, digamos que, de repente, siento como si supiera como decir lo que llevo tiempo esperando a decir…, ahora veremos si acierto.
Falta muy poco ya para las elecciones, todos lo sabemos, todos podemos ver a que se dedica la “casta política” española, y sin embargo uno no puede dejar de sentirse un poco triste y algo abatido ante la evidencia de un panorama nacional desolador.

Todavía no estamos en campaña, al menos oficialmente, pero esto es España y eso no importa, lo importante es que la gente ve el despliegue de tus mejores insultos hacia el otro candidato – no se si saben que España solo se consideran candidatos a los mas mentirosos de los dos partidos que mas dinero gastan en las elecciones, exactamente igual que las mejores superproducciones lo son porque pagan a los actores mas caros (no necesariamente los mejores), o exactamente igual que un programa del corazón.

A lo que iba, falta aún un poco para que empiece la campaña electoral, estamos en lo que han dado en llamar “precampaña”, y sin embargo la campaña de desprestigio mediático, el acoso y derribo del rival ya ha comenzado, las acusaciones entre unos y otros está en marcha, ver quien puso más o quien quitó menos, a la orden del día, como si fuera importante, como si eso pudiera solucionar algún problema mas allá de aclarar cual ha mentido con mas “credibilidad” si eso es posible (me pregunto si es que el que pierda paga la cena a todos los parados durante la siguiente legislatura…)

Y sin embargo puedo ver como gente por la calle discute, apoyando a uno o a otro, cómo otros discuten porque no debemos apoyar a ninguno, ¡¡¡viva la abstención, ojalá sea del 90% y quede clara la postura del pueblo…!!!, y me entristece, no el que se quiera la abstención que es muy lícito, no que se defienda a uno o a otro, ni que se apoye a terceros, cuartos o quintos, todo ello igual de lícito, lo que realmente me apena es el hecho de que pocos son los que pueden argumentar un por qué para ese apoyo.

Veo cómo cuando la gente hace preguntas a los políticos, de cualquier ideología, se salen por los cerros de Úbeda, o sea, buscan cualquier excusa para hablar del tiempo o algún trapo sucio de otro para no contestar y, luego, la gente habla de trapos sucios y olvida que había hecho una pregunta, y así día tras día…

Lo mire por donde lo mire parece evidente que en España tenemos un déficit tremendo de Democracia, nos falta un hervor, no sabemos usarla y encima estamos acomplejados, nos da miedo usarla mal, por lo que decidimos escondernos en un rincón antes de levantar un poco la voz, “no sea que se me entiendan mal y los que mandan se enfaden…” en España hay unos señores que se creen “azules”, acojonados ellos por si vienen los “rojos”, que a su vez están comprando “pañales” ante el futuro claramente “azul” que nos espera, “azules” que a su vez dicen que será difícil porque los “rojos” piensan tomar la calle por envidia y mala baba, vamos como Cristiano Ronaldo…

Bueno, más o menos es algo así lo que entendí, piedra va y canto viene, entonces me di cuenta de porqué tanta gente asegura que votaría a Belén Esteban, no parece haber diferencias entre ellos, usan las mismas técnicas de persuasión.

Necesitamos democracia, mucha mas democracia, pero para eso es necesario que la gente se interese y participe en los procesos democráticos y esa es la parte que no interesa a nuestros representantes, necesitamos que la gente exija claridad y propuestas orientadas a resolver problemas, pero para eso es necesario que nos leamos los programas y que los hagamos cumplir, necesitamos exigir que además de ser coherentes con lo que dicen sean responsables de lo que hacen, o de lo que no hacen, necesitamos que deje de ser válido el “yo prometo” y luego a vivir cuatro años y empiece a serlo el “yo estoy haciendo ya”, necesitamos evaluación continua y articular penalizaciones a quienes engañen a quienes les pagan, necesitamos compromiso por parte de todos o no habrá manera de cambiar lo que tenemos.

Pero eso necesita de madurez por parte del pueblo y no la tenemos, ningún político actual va a mover un dedo para enseñar a la gente sus derechos con el fin de hacer madurar a la sociedad, les va bien la situación actual donde ellos hacen y nosotros cubrimos sus errores (¿o debería decir desmanes?) y pagamos sus deudas. Las capas inferiores de la pirámide de Maxlow sostienen a las capas altas, que no se ven afectados por sus propios actos, no tiene que dar explicaciones de ningún tipo y, como mucho, ven algo mermadas sus expectativas al pasar a la oposición mientras quienes estaban allí se atreven a presumir de lo buenos que son y lo bien que lo han hecho, y por eso recibien como premio mas poder, cuando en realidad solo aportan mas y mas peso a las capas bajas de la pirámide que es incapaz de romper el circulo vicioso.

Capas altas que, en su necedad, incapacidad o egocentrismo consiguen que las bajas no puedan actuar, muchas veces basándose en campañas mediáticas orientadas a explicar lo mal que lo hacen otros y aportando “pruebas” de nuestra responsabilidad en ello, consiguiendo crear un ambiente negativo y un sentimiento de culpabilidad que bloquea toda iniciativa y provoca ese estado de apatía que redunda en una mayor distancia entre dichas capas y las que aparecen como “sabios salvadores” con ideas claras y que, a la larga, no es mas que un intento de perpetuar y ampliar dichas diferencias mientras se hace mas profunda la brecha y la distancia con los problemas reales.

La “madurez democrática” es la única manera de romper el círculo en el que estamos hundidos, no nos ayudarán y, posiblemente, lo pongan tan difícil como puedan, como estamos viendo día a día, pero es necesario modificar los términos del contrato.

Es necesario aprender, muy necesario, pero no es fácil, y no sé de fórmulas mágicas para ello, pero hay algo que si tengo claro, que para que una sociedad pueda dar un paso como este es imprescindible que la información fluya, toda la información, mas allá de ideologías, de nuestro eterno problema de baja autoestima, mas allá de izquierdas y derechas, rojos y azules, ricos y pobres… mas allá de nuestras necesarias diferencias, es necesario que todos conozcamos nuestros derechos, que nuestro acuerdo de mínimos no se quede en llegar a fin de mes después de pagar a quienes usan nuestros recursos de forma despreocupada, es necesario que la gente entienda que sí existen otras formas de hacer las cosas, que la gente aprenda de política para darse cuenta de que los problemas son de todos y que ese desconocimiento es el que se usa en contra nuestra, evitar que puedan dedicarse a la prensa del corazón para dar paso a gente que realmente intente convencernos con métodos responsables orientados a nuestro beneficio, y no al suyo propio, responsabilizándose de lo que digan y hagan, es necesario articular todo aquello que permita a un pueblo participar en las decisiones mas importantes y poder tomar medidas en caso de que ese mismo pueblo, culto y maduro, juzgue que es el momento de pedir explicaciones a quien no cumple su parte de ese contrato que son unas elecciones.

Por todo ello creo que es necesario provocar la inquietud en toda la sociedad, crear una necesidad de participar, de informarse e informar, de aprender y enseñar hasta llegar al punto en que todos podamos crearnos nuestras propias ideas, seamos críticos, pero desde la convicción que da el conocimiento, nuestros representantes nunca hablan del fondo de ningún asunto, se dedican a la desinformación de base, a lo superficial, así consiguen que sigamos habitando en la comodidad, el conformismo y nos resulte “engorroso” e innecesario profundizar en lo que dicen, o mejor en lo que no dicen ni quieren que se sepa.

Es necesario, para ello, que aquellos que manejan información sean, o seamos, capaces de hacerla accesible mas allá de criterios interesados, que todo el mundo sepa como son las cosas sin interpretaciones previas, que toda la información de todos los partidos sea transparente y esté a mano, que un programa político sea publicable y reproducible en cualquier medio o se les caiga la cara de vergüenza, que haya un lugar donde todo esto no haya pasado por el filtro de los beneficiados por dicha información, evitando así manipulaciones, tenemos que exigir acceso transparente a todos los datos que afectan a nuestras vidas hasta llegar al día en que eso sea motivo de orgullo para quien la publica –  hoy el orgullo y el prestigio reside en aquel que ha conseguido llenar páginas sin que nadie fuera capaz de hacerse una idea de adonde quiere llegar, mérito dudoso desde el punto de vista de una sociedad con problemas.

Solo en la medida en que seamos capaces de exigir esta UTOPÍA, seremos más capaces de tomar nuestras propias decisiones y aportar nuestras propias ideas a los demás, seremos mas tolerantes con otras ideas pues, al fin, sabremos las motivaciones y escucharemos los argumentos de terceros, pues serán argumentados y no impuestos los cambios que se puedan consensuar. Solo a base de información y madurez podremos apoyar, o no, cualquier propuesta exigiendo que se nos informe exhaustivamente de aquello que se propone y podremos actuar de forma crítica y consecuente, y no basándose, únicamente, en si te cae bien o no quien lo propone. Solo cuando seamos capaces de discutir cualquier idea en libertad y con argumentos, tendremos cierto control sobre el rumbo que pueda tomar nuestro futuro y nos sentiremos co-responsables de nuestro presente.

¿Alguien más, ahí fuera, quiere vivir mi futuro?, ¿alguien se siente capaz de arrimar el hombro por una sociedad en camino hacia la necesaria madurez?

Javier Fernández.

@javifpineiro

Publicado en Vaeo : De España, sus miedos y la madurez.

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