miércoles, 23 de diciembre de 2015

#20D (II), La Ingobernabilidad y el mandato de un pueblo.

Como ya relaté en el artículo anterior sobre los resultados del #20D, estas elecciones han sido muy diferentes a las vistas hasta ahora en España, cuatro partidos han quedado a poca distancia, ninguno puede formar gobierno sin la abstención de varios de los otros y caben distintas opciones tanto para que gobierne el de más escaños como para cualquiera de los otros con los apoyos adecuados.

Durante un tiempo, incluso antes de las elecciones, se ha venido hablando, pero como arma arrojadiza para crear cierto ambiente de miedo y confusión, tanto de la ingobernabilidad como del voto útil, tanto por unos como por otros (todavía estamos esperando que alguien de los que piden el voto útil para el mismo, algún día den ejemplo y lo pidan para el otro, ¿quizás para la siguiente?), como si los votantes fueran una especie de entes inferiores que no son capaces de opinar por si mismos, como si unos pocos tuvieran razón y las masas fueran esos borregos obedientes de costumbre; sin embargo resultó que no, que la gente ya piensa y ha votado en consecuencia.

Evidentemente, todos los partidos esperaban algo diferente y han llegado a insinuar que nos hemos equivocado o nos han engañado al votar… claro, igual que otros justifican sus desmanes con un “no hemos sabido explicar”… como si nosotros fuéramos del género “bobotonto” y ellos “tirandoalumbreras”, por favor.

Pues no, como ya dijo Daniel Ordás en un gran artículo en El Mundo sobre “la reforma del sistema político español”, “la ingobernabilidad no existe...”

Voy a tratar de explicárselo despacio, porque siendo ellos políticos igual no lo entienden fácilmente, ahí va…

Señores aspirantes, los españoles, de quienes emana la soberanía, han elegido una serie de papeletas de unos partidos (sus listas) y las han metido en una urna, han elegido esas papeletas y no otras, las que han considerado que se acercan mas a lo que quieren o creen que es mejor, unos las de unos partidos y otros las de otros, porque eso, insisto, es lo que han querido votar.

Con esos votos, ha salido un resultado que representa a todos aquellos que han votado (de las circunscripciones y de los problemas con la ley electoral hablaremos otro día), los que no han votado también estaban en su derecho, aunque reconozco que esa opción no acabo de entenderla pero fue su elección. Una vez escrutado y recontado cada voto, salen unos porcentajes que son, ni mas ni menos, que la imagen de esta sociedad a día de hoy, da igual que no me guste el PP o que crea que el PSOE no lo merece, no importa, hay un porcentaje de gente que opina de otra forma y por eso somos como somos, y por eso es este, y no otro, el resultado que tenemos.

Sabiendo esto, me resulta chocante que lleguen los magos de la política a apelar a no se que responsabilidad para dejarles paso o iremos a la ingobernabilidad, así, como amenaza, ¡con un par!… Para empezar, lo que se elige en unas generales es a una serie de señores que van trabajar para nosotros durante un período de tiempo y tienen que actuar en consecuencia, defendiendo nuestros intereses y no solo los suyos, aportando ideas que mejoren nuestra vida y no solo la suya, y que deben estar sujetos a la búsqueda de lo mejor de cada opción para todos los votantes, deben olvidar las pataletas y berrinches de llorón apocado en su casa y dejarse los cuernos para que el bien común pueda crecer en las mejores condiciones posibles… tienen que aprender a negociar y llegar a acuerdos en nuestro beneficio... 
Nosotros hemos hecho nuestro trabajo perfectamente, hemos explicado como debe ser el nuevo parlamento, tan plural como la sociedad, hemos demostrado estar a la altura dividiendo el voto entre opciones distintas y dispares para ampliar la riqueza de nuestra representación y lo hemos hecho para tratar de que se recoja lo mejor de cada una de las partes, para que se pueda mejorar nuestras vidas, nuestra política, nuestras leyes, nuestras sensibilidades y evitar los abusos derivados de enormes cuotas de poder, tanto de un lado como de otro, que impiden el control efectivo por parte de terceros, eso hemos decidido.

Nosotros, como pueblo del que, insisto, emana la soberanía hemos decidido y no aceptamos que se apele a la ingobernabilidad ni a ninguna otra excusa barata derivada de vuestras incapacidades, es vuestra obligación llegar a los acuerdos que sean necesarios para reflejar nuestro mandato y nuestro porcentaje en el hemiciclo y en el gobierno, no queremos más chantajes y si no son ustedes capaces de algo tan claro debemos empezar a pensar que igual no están capacitados para el cargo que desean ostentar, si solo saben gobernar con grandes mayorías, igual ese no es su sitio y deben replantearse su continuidad, ningún partido debe permitirse el lujo de usar la soberbia y la arrogancia, ninguno debe de hacer uso y abuso de posición dominante, ninguno ha ganado (ni aunque lo hubiera hecho)… queremos gente capaz de negociar pero, por una vez, pensando en el bienestar de todos, queremos que se contrasten formas de hacer las cosas y se escoja, en conciencia, cual es la mejor en cada momento, queremos representantes que defiendan lo que opinan los votantes a los que se debe, capaces de escuchar, aunque esto no se corresponda con su propia opinión, y que sean capaces de aceptar una crítica por buena que crea que es su propuesta, queremos que la empatía sea capaz de arrancar la ponzoña de la vida política y no como han funcionado nuestras instituciones en los últimos años… 

No señores, nosotros no hemos decidido la ingobernabilidad sino todo lo contrario, hemos decidido la pluralidad, la ingobernabilidad la traerán ustedes si, como muchos creen, no tienen la integridad suficiente, la clase suficiente, el compromiso suficiente con sus votantes o si les sobra rabia, ineptitud, arrogancia, pedantería y no les importa faltar al respeto a la petición clara que el #20D llevó a cabo un pueblo soberano...


Javier Fernández Piñeiro
Vivi
@javifpineiro

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