jueves, 6 de febrero de 2014

"El pan nuestro de cada día"

Cabizbajo camina, como tantas veces, en la cara la brisa le recuerda que es invierno y que en cualquier momento la lluvia podría pasear con el hacia la estación, brisa que poco a poco le devuelve a ese pensamiento recurrente que no siempre consigue apartar y que le hace recordar que si hoy no puede ya no le quedarán muchos mañanas para intentarlo. Es día 28 y espera cobrar algo, al menos consiguió, casi rogando, que el banco retrasara los pagos al día 5.

Recoge el 20minutos de cada día, periodico gratuito al que todavía puede tener acceso y con el que una hora mas tarde pagará un café y una porra en el mismo sitio de los últimos quince años, si, el sitio donde el mismo camarero le sirve el café desde hace quince años, le dijo hace pocos meses: "¡Tu vente pacá, que el café te lo pongo yo!". A veces, antes de volver a casa, recibe la llamada del camarero para que se acerque a por comida - "Hoy nos ha sobrado algo, pa tus niños." - a estas alturas ya no le da tanta vergüenza, casi todos lo conocen bien, casi todos le apoyan y se vuelcan, pero casi ninguno puede ayudar, están exactamente igual que el y no es sino juntos que siguen caminando...

Pero hoy camina mas oscuro que otras veces, sabe que va a ser un día duro, llevan días juntando, con gran esfuerzo, comida de aquí, bebida de allá y algo que el camarero se ha comprometido a regalar y sobre todo a prepararles, hoy tendrán una buena comilona, quizás llegue para todos, recordando la época en que quedaban una vez al mes - aunque ya no recuerden la última vez - y lo pasaban en grande, a veces hasta la madrugada. Hoy recordarán y pasarán un rato agradable, reirán y puede que incluso en un alarde, al final, se despidan con un: "Vamos chavales, demos gracias, que seguro que aún no nos piensan despedir".

Vivi.
@javifpineiro


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