jueves, 19 de enero de 2012

Carta abierta a Cristina Cifuentes.

Estimada Cristina.

En primer lugar quisiera felicitarla por su nombramiento y espero que sepa manejar con inteligencia y sabiduría las situaciones difíciles con las que pudiera encontrarse, aunque en los tiempos que corren y los que nos esperan, puede que no sea una buena posición para hacer amigos.

Como imagino que sería su intención, he podido leer su entrevista para el ABC publicada, también, en la versión digital de este medio y quisiera puntualizar o aclarar algunas de sus descripciones sobre algún tema que considero importante hoy en día, en particular sobre los asuntos referentes al 15M y su versión de lo que está ocurriendo.

Podemos leer en su entrevista, en lo tocante al 15M, que “Éramos muchos los ciudadanos que estábamos indignados con las políticas de Zapatero. En sus orígenes había malestar por el paro y por gente que buscaba también una regeneración de la vida política.”, como si, de repente, ya no hubiera malestar, paro o haya cambiado algo en la vida política.

Pues bien, intentar reducir protestas masivas a su malestar por las políticas de Zapatero es tanto como llamar botellón a las manifestaciones habidas desde entonces, y profundiza en la vergüenza internacional y la patética imagen de tener que leer la prensa extranjera para tener una idea real de lo que muchos vivimos en directo.

Quisiera recordarle, por si estaba dedicada a otras cosas en esos momentos, que sí, era contra la política de Zapatero, sí, era contra el paro y por una regeneración política, pero iba mas allá, también era contra quienes legislaban contra el pueblo en connivencia con Zapatero y que hoy están en el poder, era contra quienes cambian las reglas para impedir, o cuando menos dificultar, las posibilidades de sus ciudadanos de ampliar su capacidad de decisión, contra los que a la pregunta de ¿y unas listas mas abiertas? contestaron con un endurecimiento de la ley electoral, por ejemplo.

Era, y es, contra modificaciones en la constitución para garantizar que nunca falte dinero a los bancos, aunque signifique que no quede nada para escuelas y hospitales, pensiones y ayudas, era también contra eso. Modificación aprobada por imposición divina por los dos grandes partidos (y sobreros) en tiempos jamás vistos en este país y sin dar ninguna explicación.

Era y es, principalmente contra todo lo que signifique que bancos y corruptos sigan especulando y arriesgando nuestro dinero en lo que tengan a bien imaginarse en algún sueño sabiendo que si ganan, ganan, y si pierden pierden otros, contra quienes defienden que hay que quitar a quien poco tiene para que los que tienen mucho puedan vivir mejor, contra que los que viven con sueldos vitalicios de muchas cifras aprieten el cinturón a los antes mileuristas, esos vagos que “viven por encima de sus posibilidades”, recortandose ellos pequeñas migajas de lo mucho que les sobra.

Era y es, en resumen, contra todos los que predican imponiendo ejemplo con otros, mientras estamos aún por ver algún esfuerzo por su parte.

Hoy seguimos sin poder elegir a nuestros representantes, ni siquiera podemos contactar con ellos sin que nos regalen sus “insidias” en los medios, dioses unos y endiosados otros, que no sé que es peor; seguimos perdidos en colores en lugar de debatir ideas y soluciones, que nos permitan seleccionar propuestas en lugar de partidos. Seguimos viendo como echan a personas de sus casas endeudandolas para generaciones porque un banco cometió un “error” al tasar un inmueble, da igual, si luego paga otro, y a nadie le parece mal, seguimos viendo como se han utilizado fondos públicos para enriquecimiento personal y tampoco nadie quiere saber nada, ¿Esperanza de poder hacer lo mismo algún día?, espero que sea otra cosa.

Es, también, porque los poderes del estado no pueden estar expuestos a los intereses particulares del gobierno de turno, deben ser independientes de una vez, y las cuentas públicas deben ser realmente públicas incluyendo la financiación de partidos, sindicatos y todo aquello que use dinero público; también es porque hay demasiadas zonas oscuras que permiten manipulaciones interesadas de todo lo público según lo que venga bien a unos o a otros.

En definitiva es porque se supone que trabajan para el pueblo, soberano el, y que les demanda algo tan simple como eso, trabajar por el “bien común” y no para empresas privadas o lobbies de poder, algo que demasiados políticos olvidan en cuestión de horas una vez ganadas las elecciones.

Íbamos a cambiar las leyes del mercado para que no se repitieran crisis como esta y al final estamos reforzando y enriqueciendo a quienes la provocaron, y todo al dictado de mercados y agencias de rating que todo el mundo critica, pero obedecemos a pies juntillas, o de cualquier empresa de algún iluminado a quien, la codicia y la avaricia no es que les parezca normal, es que es su forma de ser.

Y sintiéndolo mucho, Sra. Cifuentes, una vez que la política antipueblo del Sr. Zapatero ha terminado, ya estamos en fechas para poder decir que la política “antipueblo” del Sr. Rajoy debe terminar igualmente, sí, hubo elecciones, y a día de hoy ya casi la mitad de sus votantes se ha arrepentido, pues sienten que han eliminado a quienes les engañaba para que ahora les engañe aquel que han elegido.

Desconozco quienes son esos señores de “ultraizquierda” que todo lo controlan, pero me temo que los motivos que llevaron al 15M siguen vigentes e incluso están siendo reforzados al hacer pagar solo una parte de la sociedad tanto directa como indirectamente, a la parte que menos ha tenido que ver en todo esto.

Quizás en lugar de hablar de izquierdas y derechas, sería mas gráfico si hablamos en términos de la realidad, “arriba” y “abajo”, tal vez así sea más fácil entender cual el realmente el problema, que los que todo lo pagan se están quedando sin medios para mantener a los que “todo lo cobran”.

Viendo las excusas y el convencimiento con que algunos defienden esos temas indefendibles, no puedo por mas que recordar el maravilloso libro “La conjura de los necios”, viendo como algunas de Sus Señorías insisten en que ellos han trabajado duramente (millones mediante) por el interés general pero que como prueba pueden aportar, como mucho, un apadrinamiento de algún niño en algún país lejano mientras consiente que aquí se les eche de sus casas.

Sin mas me despido, no sin antes pedir disculpas si todo lo aquí expresado se debe a que “algo no he entendido” de todo lo que llevo leyendo un par de años.

Un saludo.

Javier Fernández.

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